
LA CALETA
Callada y ausente yo te observo, mi Caleta
En horizonte ocre y un vaivén de caracolas
Eres mar callada, eres ausente y comedida
Pendiente del suave contoneo de tus olas
La tímida caricia que se posa en tus aguas
Es igual que aquel certero beso a media boca
Suculento escalofrío, carencia del aire
Y galope de un corazón que se desboca
Esperando tu brisa, te canto en mi silencio
Una espera paciente al rumor de tu llegada
Entre aquellos versos que se encaraman al viento
A mis pies te rindes condenando mi mirada
Tu caleta, eres, inmensidad que se desdice
Porque huyes del sol en cuanto la luna lo aparta
Eres como la piel que sedienta de un deseo
Te entregas al amor con el rocío del alba
El alma gaditana te añora tierra adentro
Y suspira y carece de la sal de tu brisa
Tiene deseos de poseerte entre sus manos
Ausente de tu imagen le arrebatas la vida
Eres viento racheado, Caleta traviesa
Te escondes entre la Victoria y Santa María
Perdida en el Pópulo, esquinas y callejuelas
Te quedas dormida cantando un tango en la Viña
Roce de visillo de una ventana cualquiera
Huracán de levante pasea por la Bahía
Vista al horizonte una niña del mar emerge
Y mi Caleta
Ya en todo Cádiz, se puede respirar tu brisa
P.P.G
Agosto 2008
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