
Un cálido otoño entre los suaves tonos ocres
Tu mirada ausente y un corazón encendido
Lenguaje sin palabras un silencio perdido
Y un alma abierta a los imprevistos horizontes
No temo más allá de un silencio implacable
Me hace nadar a contracorriente de un deseo
Y me dejo abandonada al loco pensamiento
De poseer tu amor que parecía insalvable
En el confín del tiempo es mi loca fantasía
Fuente inagotable de ternura que poseo
Una copa de vino que a tus labios acerco
La fruta que pretende de tu boca pleitesía
No busques entre aquellas malezas olvidadas
Que resecas se han ido perpetuando en el tiempo
Nada contienen que calmen la sed del sediento
Ni que inspiren estas dos almas enamoradas
Un cálido otoño entre los suaves tonos ocres
Mundo que ante el paso del tiempo no se acobarda
Tu mirada ausente y un corazón encendido
Lenguaje sin palabras un silencio perdido
Y un alma abierta a los imprevistos horizontes
No temo más allá de un silencio implacable
Me hace nadar a contracorriente de un deseo
Y me dejo abandonada al loco pensamiento
De poseer tu amor que parecía insalvable
En el confín del tiempo es mi loca fantasía
Fuente inagotable de ternura que poseo
Una copa de vino que a tus labios acerco
La fruta que pretende de tu boca pleitesía
No busques entre aquellas malezas olvidadas
Que resecas se han ido perpetuando en el tiempo
Nada contienen que calmen la sed del sediento
Ni que inspiren estas dos almas enamoradas
Un cálido otoño entre los suaves tonos ocres
Mundo que ante el paso del tiempo no se acobarda
Pilar Pena
No hay comentarios:
Publicar un comentario