En un ocaso que no termina
se ha perdido mi alma convaleciente
no hay luz, no hay aire
no hay, simplemente vida
no hay corazón que me ampare.
Y condescendiente con el tiempo
me detengo, y sueño,
de rabia sollozo
de miedo tiemblo
y del recuerdo de sus brazos,,,
vibro, simplemente.
Son zancadas de la vida
son lágrimas de senderos extraviadas
y si mi corazón late
es solamente,,,,
porque un día te ha amado.
Pilar Pena 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario