martes, 21 de julio de 2009

Un Quejido Extraviado


En un ocaso que no termina
se ha perdido mi alma convaleciente
no hay luz, no hay aire
no hay, simplemente vida
no hay corazón que me ampare.

Y condescendiente con el tiempo
me detengo, y sueño,
de rabia sollozo
de miedo tiemblo
y del recuerdo de sus brazos,,,
vibro, simplemente.

Son zancadas de la vida
son lágrimas de senderos extraviadas
y si mi corazón late
es solamente,,,,
porque un día te ha amado.

Pilar Pena 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario